viernes, 17 de octubre de 2014

Un viernes, Negro.



Es fin de semana y la muerte absurda ronda el ambiente
La sensación es de bronca y recuerdo.
Tu nombre vociferado en cada marcha,
Tu hermana esperando que regreses cada día,
Hoy ya no te espera.

Un eslabón más de la cadena injusta.
Mientras algunos cenan banquetes felices,
Cuentan sus desgarradoras historias “inseguras”
Frente a sus narices, hostigan a otros tantos como vos.

Te matan por ser pobre,
Te obligan a robar y luego te desaparecen,
Sin embargo, aquellos piden más asesinos
Que cuiden su propiedad, de los Lucianos.

Nos dicen que la represión es cosa del pasado.
Nos mienten en la cara.
Y a vos, en el cuerpo.
17 años tenías, y un 17 te encontramos.
La consigna era con vida.
Pero los de arriba, y sus perros guardianes,
Son sordos.

Nuestra voz, se multiplicará
Y se hará justicia
LUCIANO ARRUGA, PRESENTE
AHORA Y SIEMPRE.