viernes, 17 de octubre de 2014

Un viernes, Negro.



Es fin de semana y la muerte absurda ronda el ambiente
La sensación es de bronca y recuerdo.
Tu nombre vociferado en cada marcha,
Tu hermana esperando que regreses cada día,
Hoy ya no te espera.

Un eslabón más de la cadena injusta.
Mientras algunos cenan banquetes felices,
Cuentan sus desgarradoras historias “inseguras”
Frente a sus narices, hostigan a otros tantos como vos.

Te matan por ser pobre,
Te obligan a robar y luego te desaparecen,
Sin embargo, aquellos piden más asesinos
Que cuiden su propiedad, de los Lucianos.

Nos dicen que la represión es cosa del pasado.
Nos mienten en la cara.
Y a vos, en el cuerpo.
17 años tenías, y un 17 te encontramos.
La consigna era con vida.
Pero los de arriba, y sus perros guardianes,
Son sordos.

Nuestra voz, se multiplicará
Y se hará justicia
LUCIANO ARRUGA, PRESENTE
AHORA Y SIEMPRE.


viernes, 5 de septiembre de 2014

Desvelo.


Los ojos como un búho
alumbran una noche que no muere.

Las horas pasan, y no hay respuesta
mas justa que el olvido.

Envidió el último respiro
que la penetró en la profundidad noctámbula.

Su día no tendrá descanso,
pero por lo menos aquí encontró
el remanso de escribir
sin el desparpajo rutinario.

Entregó la vida, a las noches vacías,
que despertarán las penas,
de los que no supieron conquistar.

Hoy el reloj la hizo descubrir.
El insomnio es producto de la consciencia
obligada a ignorar.
Sabiendo que dormida o no deberá imponerse,
sobre el deseo expectante de lo efímero.

miércoles, 6 de agosto de 2014

La vida es luchar.


Una inmensa tristeza nos recorre el cuerpo,
la conmoción cruza generaciones, y fronteras
por no quererlo caído.

Cada uno de nosotros vale trincheras,
forjadas por el combate diario,
pata fundamental para poder hablar de cambios.

Como bien dijo un respetado camarada,
no se es revolucionario, sin humildad,
y esa es una evidente característica en él.

Es complicado describir lo que uno siente
cuando un camarada lucha.
Nos une el sueño común de transformar la vida,
por eso el bastón del Gendarme nos duele desde Ushuaia a La Quiaca,
por eso, cuando la clase se prepara para dar batallas, de este a oeste tensionamos los músculos,
por eso podemos hacernos grandes amigos aún a la distancia.

Podremos no haber cruzado miradas nunca,
pero tener un objetivo colectivo,
hace que para salvarlo nos una la necesidad de donar hasta la piel,
cualquier órgano que indiquen.

Cuentan por todos lados que su risa contagia,
que sus historias convencieron a nuevas generaciones de obreros
que hoy son capaces de
con el corazón auxiliarlo, y con el puño,
al patrón arrebatarlo.

Esperamos que la fuerza que estamos forjando,
llegue hasta lo más profundo de tu corazón,
y te recuerde que no abandonar es tu legado.

La vida es hermosa, dijo Trotsky,
y por eso tus compañeros,
necesitamos codos como el tuyo, para llegar a liberarla y disfrutarla.

Fuerza Pollo!



sábado, 26 de julio de 2014

Hablamos de revolución.



Es un compromiso,
 que no se puede practicar
  en la comodidad.

Al contrario,
 se trata de desacomodar
  las líneas del capital.

Desprenderte del antifaz,
 observar a tu alrededor.

Jóvenes de tu edad sin palpitar,
 Niños, sin techo donde abrazar,
  Viejos flacos sin paladar.

La utopía es pensar que el cambio es individual,
 sé consciente que te propones dar vuelta el mundo,
  comienza a derribar la impostura conceptual.

Martilla el muro de lo individual,
 desapegate de lo material, no es moral,
  se trata de ahondar y desde allí poder imaginar.

Cuando no tengas qué compartir,
 mírate y escribí algunas oraciones
 ¿te lo imaginas sin propiedad?

Sumérgete en la profundidad,
 del sofocón, verás nacer
  un vómito odioso a lo banal.

En una sociedad donde el dinero establece quienes pueden soñar,
 los revolucionarios entendemos que
  en una charla
   en una batalla
    en una mirada
podemos trasladarnos a aquel universo.

Donde poder mirar las estrellas durante horas,
 no sea un evento donde otros son los protagonistas.

Conoceremos el mundo,
 te lo prometo,
  al principio no viajaremos por ocio,
   el objetivo será el ideal.

Crecemos viendo como se desmorona el alrededor,
 pero muy a su pesar
  pudimos encontrar la igualdad,
   que nos hizo hermanarnos en la necesidad
de revolucionar los poros,
 formando la trinchera para fantasear
  aquella batalla donde los de arriba nos verán ganar.


Hablamos de revolución porque podemos cambiar, e imaginar.

-Para M., quien me enseño a volar-

domingo, 20 de julio de 2014

Deseo árbol (la piedra II)




Al otro lado del dique
sobrevolaban sueños,
no comunes.

Construidos en nombres propios,
sobre hojas que de vez en cuando
soltaba un nuevo arbusto.

El viento decidió soplar por allí,
seguía empecinado
en un sordo diálogo.

Se refugió en un frondoso árbol,
descubrió su olor,
saboreo la saliva de sus flores.

Rasgó un pedazo de corteza,
y tembló cuando lo sintió respirar
por un corto tiempo.

Conociendo tal paisaje,
sin nada más apasionante
decidió enredarse.

Al verlo crecer se convenció:
Su soplar lo enternecía,
Se re descubría.

Con la erosión y algún oxígeno
construyeron un ecosistema
que sólo resultaba atractivo para la fotosíntesis.

La foto era circunstancial,
enmarcada en un hueco
ocupado en ocultar la síntesis.

Necesitaba volar en un profundo planeta,
recobrar fuerzas para un nuevo terremoto.

Mientras se alejaba,
pensó cuál fue la raíz que lo asesino.

Entendió.

Por más que exista un bello paisaje,
los viejos árboles se vacían con el tiempo.

Intento transformar la piedra,
Deseo palpar el árbol,

¿Será tan necio de intentar con la montaña?

sábado, 12 de julio de 2014

La piedra


El viento intenta barrerla,
esfuerzo efímero
descubierto en el desierto.

Aquella vez,
logro con los dedos
rozarla.

Pudo descifrar la arenilla
que dejo en su palma,
ya gastada de tanto frotarla.

Sacúdeme allí abajo,
que me gusta,
creyó oir.

No era lo que el aire necesitaba,
intentaba que el tsunami
surja de ella, y no al revés.

Tuvo que soplar
con mas fuerza,
entendiendo que así lograría transformarla
en rubí.

La lluvia apareció
y calmo las aguas
de la humanidad.

Siempre que llovió
paró,
y tuvo que volver a intentar.

Nuevamente sin obtener
resultados,
la vió crecer y trasformarse en muro.

Entendió que en el proceso,
apareció otra de su especie,
y por eso lograron fusionarse.

Fue allí que comprendió
el porqué.

Entre ellas
hablaban el mismo idioma vacío
que les impidió
palpitar,
sentir,
amar,
el suave olor de la primavera,
que transcurría
al otro lado del dique.


sábado, 7 de junio de 2014

Ustedes serán los suspendidos.


Ayer subversivos
Hoy infiltrados
El vocabulario sigue siendo el mismo
de acá a la china.

Convirtieron a nuestra trinchera
en una cárcel
donde la palabra representar
es un derecho empresarial.

Nos asechan con el miedo
logrando el efecto no deseado
de unirnos para echarlos

Aunque la perra guardiana llamada ley
se magnifique para abusar
Nuestra fuerza les dictara perpetua.

La diferencia es física
sus barrigas están colmadas de billetes
y nuestra espalda asediada de control

Tras sus ojos ciegos nos revelamos
Tras sus oídos sordos nos organizamos
Tras sus espaldas conspiramos.

El método sigue siendo el mismo
mantenerse prendidos del hilo
tejido con impunidad

Un enemigo esta preso por matar
y siguen sin entender
que lo nuestro es recuperar.

Nos saquearon los derechos,
nos manosearon la potestad
y así nace la corriente.

Nos amenazan con el infierno
pero ya caminamos sobre las tinieblas
por eso luchamos por oler la primavera.

Si terrorismo es el alivio
de verlos tensos por perder sus privilegios
seremos terroristas.

Si subversión es recobrar la unidad
por la que persiguieron a nuestros caídos
seremos subversivos.

Si infiltración es deponer a los vendidos
acallando su farsa de legitimidad
nos infiltraremos hasta verlos suspendidos
para siempre.


miércoles, 28 de mayo de 2014

La Caja.


Un día desperté entre paredes de cartón. Recordé que Claudia me había regalado unas pantuflas cuando cumplí siete años y en su envoltura me quedé a vivir.
Por aquella época calzaba tan solo treinta y cuatro; es por ello que cuando duermo no hay otra opción que quedarme tiesa. No puedo hacer el amor, los vecinos de los demás estuches oyen todos mis movimientos. Salvo la de en frente. Sus padres son dueños de una zapatería y le regalaron el envase de las botas mas caras. ¡Que desigualdad, hasta ventanales tiene!
En cambio nuestras cajas son aburridas, oscuras, no hay ni un pequeño agujero donde pueda divisarse alguna estrella desubicada que se asome entre las jaulas.
Mi alma comienza a convertirse ya en cofre, la tuya en un costurero y la ciudad en una urna.
Me dirijo hacia el trabajo, llego y me siento durante seis horas en un cajón donde casi no me entrar las piernas. Debo brindar respuestas pre fabricadas a transeúntes que circulan en vehículos inanimados. Luego aprendo y enseño en un salón que de tan apretado alimenta la opresión de las ideas.
Finalizó el día. Vuelvo a la caja de talle treinta y cuatro. Tengo una vaga reminiscencia del sueño de anoche. Solo se desliza por mi mente el color verde, creo que de árboles, y el sonido excitante de los pájaros. De lo que estoy segura es que no había ni una sola jaula.
Lo que no logro descifrar es si la caja era mi habitación o el mundo. Estimo que los encerrados alguna vez despertaremos, y cuando coloquemos nuestros pies en el suelo, ya no estará helado, tendrá el sabor de un césped recién cortado.

domingo, 18 de mayo de 2014

Marcas de clase.

Algunos,
Se suben al colectivo,
Viseras de por medio
Hip hop que suena
cara de preocupación,
miradas dirigidas
¿dónde estaremos mañana?

Otros,
pasan rápido como un avión
BMW y traje de por medio
dinero que suena
cara de posesión,
miradas dirigidas
¿A quién exprimiremos mañana?

Nos divide la avenida,
de manzanas que no reciben mordidas.
Nos opone la marca,
de la vida con apellidos comunes,
blindados en maderas
vacías de manjares
sedientos de romper cadenas.

Construyen su comodidad
sobre la cabeza
de un malestar
padecido por miles
que sufren la enfermedad
transmitida por inversiones
soldadas de sudor ajeno.

Nos persiguen
por el miedo
de perder su comodidad
a manos de un sudor organizado
que invierta las penas
para curarnos y no morir de sed
en un mar cubierto de botas negras.

Daremos vuelta el mundo
y nadaremos en aquel cielo rojo
que nos espera inquieto,
sin rótulos,
con miradas
reveladas
por el recreo
de descubrirnos
inéditos.


miércoles, 14 de mayo de 2014

Música de la ciudad sin tiempo.

Que el poder rítmico
de la música
nos traslade
a un mundo sin relojes.

Que el tiempo
no lo marque la rutina
sino el sueño
de acallar las sirenas
de un mundo hostigador

Que las baquetas
logren destrabar
el compás
del desesperado son
y la silenciosa ópera.

Que la métrica
del razonamiento
logre distinguir
el efímero sonido del miedo
y el susurro potente de la profundidad.

Que los sensuales
labios gruesos
que aprendieron a trasportar la lengua
cultiven el baile
de la independencia.

Abramos los ojos
en aquella ciudad
donde el latido
del megáfono
gritó ¡libertad!

lunes, 5 de mayo de 2014

Oda al Sol.

Vuelve pronto y abrázame el pecho de calor,
no dejes que el invierno penetre y entristezca.

Ayer tenias el sabor de la felicidad,
y hoy te escondes tras el
deshilachado espanto de la nube azul.

No sería capaz de reprocharte,
pero no hagas del dolor
una costumbre.

Soy paciente, sé que ya aprenderás,
a separarte de esa maldita pesadilla
llamada humedad.

No te acuso por que sé,
que difícil es liberarse
cuando te persigue
el acuoso pronóstico.


domingo, 4 de mayo de 2014

Dibujar un nuevo Escalón

Puedo pelear
Contra el invierno
que se burla de
los pulmones cansados

Pude lidiar
con el azote de piñas
que me marcó la espalda
de mi adolescencia

Aprendí a llevar
la mochila
del virus contagioso
que aleja a los “Señores de bien”

Sigo caminando
aunque desee que mis pasos
se deslicen por la playa
de la costa que no quisiste andar.

Aprendí a escribir
para saciar mi sed
de andar por ahí vomitando
sapos descontentos.

Entreno mis músculos
sabiendo que los límites impuestos
o se saltan o te desvanecen.

Sin embargo vuelvo
y volveré a escribir
porque aún en el espejo se reflejan
los sinsabores de combates perdidos.

Mientras me miro
pienso en la necesidad
de que algo dibuje
una nueva astilla
que haga surgir
un escalón
que prepare mis músculos
ya no para saltar
sino para vencer 
al que ha inventado la oda a la propiedad.

domingo, 27 de abril de 2014

Nuestra compañera, la risa.

Ver sus dientes brillar
como aquel destello
que pierde protagonismo
por la luna de la costumbre.

Conquistar un poco de ocio
en un mundo donde
esa cosa llamada descanso
solo es para unos pocos.

Defender la alegría como una trinchera
diria Benedetti,
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo.

Ganar posiciones en un sitio
donde reirse
a carcajadas de uno mismo
esta prohibido.

¿Quien les dijo
que no somos capaces
de aplacar las contradicciones
con una dosis de regocijo?

No sean prejuiciosos,
la combatividad no es sinónimo
de hosquedad.
Nos reímos pensando
en la algarabía de verlos abdicar.
Reímos de la farándula
plasmada en la frente del mundo.

Nada se compara con
robarles a todos al mismo tiempo
una lágrima,
un dolor de panza,
una noche más.

La carcajada
penetrada en la memoria
es la que nos robará un instante
mañana cuando
nos encontremos en la calle
de algún lugar del mundo.

Desafío.

Intentamos tapar las lagrimas con un silencio,
pero la inmensa realidad,
no se esconde tras un dedo.

Difícil es explicar ciertos efectos colaterales de los combates,
las heridas subcutáneas de los que fueron perdidos,
sobrevuelan la concentración.

Romper la fragilidad es luchar,
para que lo conquistado no se vuelva efímero,
contra una misma.

Haber desafiado los límites impuestos
de una sociedad moribundamente humana
es lo que nos da las ganas de morder una nueva manzana.

No acabar atrofiadas por el "deber ser"
es la satisfacción de encontrar,
un sabor distinto en la actual acidez.

Años de decirnos que somos inferiores
harán que el puño de las mujeres
dé a luz un frondoso puente.

Será cuestión de ir hasta el fondo del mar,
excavar, poner los primeros ladrillos, 
y desafiar la inmensa distancia.

A los hombres que quieran estar de éste lado de trinchera,
le daremos la bienvenida con un apretón de manos
y un fusil.

También usted compañero,
tendrá que aprender a llorar sus miserias,
y escarbar antañas concepciones.

Descuentos.

En el trabajo me dijeron:
Te descontamos.

Las horas en que no me pude dormir,
Serán su plusvalía.

El recital al que no pude asistir,
Será su macabra risa.

La carne que estaba en la lista y no pude saborear,
Será su lechón en la barriga.

Los remedios que no pude comprar,
Serán la merca de su diaria manía.

El viaje de los sueños que quedo en el rincón de mis deseos,
Será el “Bonjour” de su cotidiana mañana fría.

El libro que perdí en la estación y no pude terminar,
Será su biblia con la que me dominaría.

Pero Señores,
Estamos preparando el día en el que nos reiremos con sorna y orgullo
De SUS agonías.

En el transcurso,
Les informamos:
Jamás podrán robarnos,
Los dedos con los que escribimos
Las piernas con las que bailamos
Las ideas con las que nos armamos
La sangre roja con la que nos revelamos.

Cuando suene el despertador.

En estaciones inquietantes, pero no acuciantes, aun no suena mi teléfono a las 04:38. Es por eso es que tengo el tiempo de escribirte en un papel en el cuál tengas que desentrañarmis deseos.

La birome no tiene más tinta, y mi mente puede jugar con lo indescifrable. Sera cuestión que te tomes unos instantes, enciendas el velador y mires la hoja a contra luz.

En la oscura habitación no hay lámparas, solo salpican reflejos de aquél farol de la avenida que se burla de los que todavía no aprendieron a usar la lengua.

Haces el esfuerzo, llegas a desentrañar la primer frase. Comienza con la palabra tiempo, se desarrolla con un significado inquieto y finaliza con la hora precisa de tu llegada.

De repente, la habitación esta embriagada de sol. A lo lejos se escucha el sonido de la rutina. Mis manos ya no palpitan. Mi corazón perdió la yema. Mi boca no alberga palabras.

 ¿Cuándo será el tiempo que el espíritu de época ya no se nutra de reprimidos sueños, incendie los prejuicios, y deje fluir la tinta roja de nuestros deseos?

Cuando suene el despertador
la historia buscará
desarrollar los sentidos dormidos
bajo el adoquín de la propiedad.

Contradicción antepasada.

Uno: ruso, judío, ferroviario y militante. Otra: de familia con hectáreas de campo, gorila, antisemita, anticomunista.

Casamiento de por medio. Hijos de por medio, y nietos.

Y también un Suegro, que cuando Una conoció se le vino el sueño de la familia católica abajo.. “Un negro! Y cubano!”

Qué los unió? Nadie entiende. Capaz habrá sido una noche de pasión que los encontró, evidentemente en aquella época era lo que bastaba.

Uno odiaba a los niños correteando por la casa, Otra los malcriaba comprándoles cajas de chocolates y haciéndoles dulce de damascos.

El Uno me quería? No lo se, nunca me lo dijo. Lo que si sé es que odiaba que le quite la boina y me largue a correr, odiaba que en cada almuerzo y en cada cena vuelque el vaso con jugo.

Yo te quería Uno, amaba ir a tu pueblo y ayudarte en tu quinta con la plantación de tomates y zapallos. Volaba mi imaginación pensar dónde estaría enterrado El Terri y buscar entre los yuyos alguna semillita para plantar en mi maseta de la casa de la ciudad sin verde donde vivía.

Ese pueblo era mi lugar. Aprender a andar en bici. Armar en otoño grandes montañas para esconderme con las hojas caídas de los árboles. Jugar a cocinar con barro. Recuerdos guardados en el fondo del cajón, que a veces se me dá por abrir.

A Uno le sacaron los días de quinta, la boina, la Zanella, lo mandaron a la ciudad sin verde, esa misma dónde yo quería plantar la semillita. Al principio cuatro paredes de una casa en medio de la manzana, un marcapasos. Al final cuatro paredes de un Hospital y una sonda.

“Hasta que la muerte los separe” Dijo el cura hace 50 años, y así mismo fue. Sólo que Otra se preocupó por la sucesión de la casa del pueblo… "No firmo!"

De esta contradicción antepasada heme aquí, escribiendo y recordando.
Que desgracia para Una que su nieta más grande, la hija del negro cubano siga pasos comunistas lejanamente andados por Uno.