martes, 23 de enero de 2018

Vacaciones/reivindico.


                                                                        “si quiero me toco el alma
                                                                        pues mi carne ya no es nada
                                                                        he de fusionar mi resto con el despertar”

Reivindico mi derecho a no estar alerta, a desestructurarme, a sentir. A estar conmigo misma y así resistir.
A llorar en medio del parque y que no me importe si me mira alguien. Hay algo grande a lo que observar, el Paraná.
A apoyar. Mi columna sobre el poste de luz. Recta hasta la última vertebra y respirar sin ver quién está atrás.
Creyendo ingenuamente que hago poesía en el dos mil dieciocho. Y haber creído lo mismo en los dos mil. Fue la primera, que guarda mi madre y recuerda mi hermana.
¿Qué hace el mundo por las mujeres? Y ¿Qué hacemos nosotras por nosotras mismas?
La podredumbre que empieza con p nos educa alertas, rígidas, en pose femenina; “cruzá las piernas”.
Si hay pelota hay que pegarle con las manos, aunque te duela; con los pies sólo tu hermano. Aunque a vos te gusten los pies, y a tu hermano las manos. ¿Por qué?
Como respuesta la misma que le dio la madre futbolera hoy a su niño, mientras se depilaba las cejas sentada en la reposera: “Pedro, a la pelota le tenés que pegar con el empeine”, “el mismo que podes usar para bailar”. También la voz del padre que mientras hacía las compras enseñaba a su hijo menor qué son los prejuicios en tono cuestionador.
Que vivan los aquelarres modernos en los que el diablo se viste de guitarra mientas las voces entonan la decena de brujas reunidas en el patio en donde asoma el color.

Amamos nuestro cuerpo por nosotras, no por la norma. La batalla cotidiana. Reírse de una. De la docente de historia que en la serie hace el papel de ella misma. Estructurada, obsesiva, feminista, que se cuida. Pero que parece que también se enamora y deja que la enamoren. Empieza a entender que se puede ser libre también amando, vacacionando de ella misma.