miércoles, 4 de febrero de 2015

Necesito.


Una zambullida, una charla, una caminata. Sólo eso. 
Como un padre que no regresó, 
como una abuela que precisa dar su último abrazo antes de morir. 
Como la bronca de contemplarte a través de una vacía pantalla. 
Así te siento.
Vos sola entendés que no quiero recorrerte cual turista. 
Necesitaba oler tus pasos de joven audaz.
Nadie lo entiende, que se burlen, a mí sólo me queda mi pluma impotente.

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