domingo, 27 de abril de 2014

Desafío.

Intentamos tapar las lagrimas con un silencio,
pero la inmensa realidad,
no se esconde tras un dedo.

Difícil es explicar ciertos efectos colaterales de los combates,
las heridas subcutáneas de los que fueron perdidos,
sobrevuelan la concentración.

Romper la fragilidad es luchar,
para que lo conquistado no se vuelva efímero,
contra una misma.

Haber desafiado los límites impuestos
de una sociedad moribundamente humana
es lo que nos da las ganas de morder una nueva manzana.

No acabar atrofiadas por el "deber ser"
es la satisfacción de encontrar,
un sabor distinto en la actual acidez.

Años de decirnos que somos inferiores
harán que el puño de las mujeres
dé a luz un frondoso puente.

Será cuestión de ir hasta el fondo del mar,
excavar, poner los primeros ladrillos, 
y desafiar la inmensa distancia.

A los hombres que quieran estar de éste lado de trinchera,
le daremos la bienvenida con un apretón de manos
y un fusil.

También usted compañero,
tendrá que aprender a llorar sus miserias,
y escarbar antañas concepciones.

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